lunes, 8 de agosto de 2011

MARÍA, REINA DE LA JUVENTUD


Maria, Reina de la Juventud

Santa María, Madre de Dios,
tú has dado al mundo la verdadera luz,
Jesús, tu Hijo, el Hijo de Dios.
Te has entregado por completo
a la llamada de Dios
y te has convertido así en fuente
de la bondad que mana de Él.
Muéstranos a Jesús. Guíanos hacia Él.
Enséñanos a conocerlo y a amarlo,
para que también nosotros
podamos llegar a ser capaces
de un verdadero amor
y ser fuentes de agua viva
en medio de un mundo sediento.

(BENEDICTO XVI, Deus caritas est, 42)

María, Madre Inmaculada, te encomendamos la Jornada Mundial de la Juventud. ¡Ruega por nosotros!

Fuente: Oraciones por la JMJ Madrid 2011

Sólo quedan 19 días para el gran acontecimiento mundial que se celebrará en Madrid del 16 al 21 de agosto. Está todo listo, la JMJ está ya preparada gracias al esfuerzo que cientos de voluntarios están haciendo para que todo salga bien. Madrid está esperando con entusiasmo la llegada de los jóvenes que con alegría esperan al Santo Padre, que es el vicario de Cristo en la tierra, y lo que el Señor a través de él les dirá.

Pedimos a María, la Madre de los jóvenes, que les ayude a entender lo que el Señor quiere de ellos, a que surjan buenas y santas vocaciones a la vida sacerdotal y religiosa. Que el Señor Todopoderoso a través de la Virgen María ayude a los jóvenes en su caminar y a guiárlos por el camino de la paz y del bien.

Infunde, Señor. tu Santo Espíritu para que los obispos a través de sus catequesis anuncien la Buena Noticia del Reino de Dios a todos los jóvenes y que ellos luego la puedan divulgar a otros y así poder evangelizar a este mundo que tanta falta le hace.

Santa María, Madre de los jóvenes, ruega por nosotros.

  CONSAGRARSE A MARIA

Consagrarse a la Inmaculada es entregarle toda nuestra vida, pasado, presente y futuro, nuestra alma y nuestro cuerpo, nuestro tiempo y nuestras capacidades, es volverse “loco” por pertenecerle a Ella, es aceptar el reto de hacer algo que por nosotros mismos no podemos, es confiar ciegamente en Ella, es dejarse habitar por Ella, es saber que es el mejor y más seguro camino para pertenecerle a Jesucristo y por Él a Dios Padre en el Espíritu Santo, es vivir con la alegría de tener una Madre que te cuida en medio de todas las dificultades, es dejarlo todo en sus manos, es ofrecerse a trabajar sin límites por la propia conversión y por la conversión de todos, especialmente la de los que están más alejados de la Iglesia, es querer sufrir y amar como eres amado, es ofrecerlo todo a Aquella por la que te ha llegado la Gracia y la Bendición, a Aquella por la que te llegan todas las gracias.

CONSAGRACIÓN DIARIA

VIRGEN INMACULADA, Madre nuestra, María, nos consagramos a ti hoy y por siempre, dispón de nosotros para el bien de nuestros hermanos. Solo te pedimos, Reina nuestra y Madre de la Iglesia, poder colaborar fielmente contigo para que en el mundo se extienda el Reino de tu Hijo.

Te ofrecemos nuestras oraciones, actividades y sacrificios de hoy y de siempre, por las intenciones de tu Inmaculado Corazón.

Oh, Maria sin pecado concebida, ruega por nosotros que recurrimos a ti. Ruega también por los que no lo hacen, en especial por los enemigos de la Iglesia y por quienes se han encomendado a nuestras oraciones. Amen

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